Las películas de terror que no pueden faltar en Halloween

Entre los filmes más recordados están “Scream”, “Drácula”, “El bebe de Rosmery”, “El exorcista”, “Psicosis”, “La Profecía” y “Suspiria”

Por Rodrigo Bedoya

No hay nada como una buena película de terror. Asustarse y divertirse, al mismo tiempo, no tiene precio. No estaría de más pasar la noche de Halloween, antes del ‘tono’, viendo una buena película de este género. Y para los que festejan el Día de la Canción Criolla, lo mismo: todo motivo es bueno para asustarse. Aquí algunas recomendaciones.

LAS CLÁSICAS
Jacques Tourneur es un genio. O algo parecido, en todo caso. Porque solamente alguien como él pudo haber filmado “Caminé con un zombi” , una película que nos muestra la vida en una hacienda en Haití. Los sonidos de los tambores vudú a lo lejos, personajes que se pasean por los cultivos de azúcar con el viento al lado, la noche que parece consumirlos. Y una mujer zombi que se va paseando por esos ambientes. Pocas películas han hablado con más claridad de la sensualidad femenina que “Caminé con un zombie”. Y, mientras hace eso, crea unos ambientes verdaderamente tétricos.

A finales de los cincuenta, la empresa productora Hammer produjo una serie de filmes con “Drácula” , “El hombre lobo y Frankenstein” como protagonistas. Y en Estados Unidos, a finales de los años 60, se presenta una película de esas que meten miedo en serio: “El bebé de Rosemary” , una cinta en la que una mujer que espera un hijo descubre que sus vecinos, tan atentos ellos, son en realidad adoradores del diablo y que esperan que el hijo que nazca sea el hijo de Belcebú. Ni más ni menos. Después de verla, que el vecino nos salude provoca que los pelos se pongan de punta.

Y, claro, de diablos y otras cosas sabe Linda Blair. De vómitos también. ¿Cómo olvidar su posesión demoníaca en “El exorcista”? Sí, es cierto: los efectos vistos ahora resultan bien inocentones, pero los sustos siguen siendo genuinos.

ALGUNOS CUCHILLAZOS
De cuchillazos sabe Alfred Hitchcock. Y de rubias que los reciben. Y de tipos que, vestidos de mujer y que se creen su madre, se los hacen. ¿Cómo de esa combinación sale una obra maestra? Pues ahí está “Psicosis” y la historia de Norman Bates. En manos de cualquiera, una historia así era peligro de bodrio. Hitchcock creó con eso algunas de las escenas más genuinamente ‘palteantes’ de la historia del cine.

Los cuchillazos se volvieron moda en los años 80, con Jason y “Viernes 13”. Aunque antes ya había estado en una pequeña obra maestra de John Carpenter (maestro de cine de terror) llamada “Halloween”, en que Jamie Lee Curtis debía sobrevivir a los embates de Mike Myers. ¿La última gran película de este tipo de cintas? “Scream”, de Wes Craven.

SUSTOS EXTRANJEROS
Fuera de Hollywood, también ha habido sustos. Ya hablamos de la Hammer; ahora podemos hablar del demente italiano Darío Argento, cuya “Suspiria” es quizá lo más parecido que ha dado el cine a una pesadilla, en que unas brujas asesinan a unas jóvenes. Es más: Italia ha dado el ‘giallo’, estilo de cintas de suspenso, pero muy, pero muy sangrientas. Y muy, pero muy divertidas.

Y no podemos olvidar el “J horror” o terror japonés, en que el exponente más conocido es “El aro”. Nosotros preferimos “Agua oscura”, película de fantasmas en que uno sale más melancólico que asustado. O la locura llamadaAudición”, de Takashi Miike, que comienza como una película romántica que termina con una de las escenas de tortura más fuertes de la historia del cine, con cortes de piernas y agujas en lenguas y ojos. Un verdadero plato fuerte.

Como siempre, este repaso resulta incompleto: cada quien tendrá aquellas que prefiera. “El resplandor”, por ejemplo. O “Actividad paranormal”, de las más recientes, que tiene sus fans. Hay muchas cintas que señalar y de las cuales discutir. Felizmente el cine es generoso con los sustos.