
No hay duda que los efectos de las lluvias e inundaciones han sido devastadores para el bienestar de muchas poblaciones en el país, quienes si ya vivían en condiciones precarias antes de los desastres, ahora están peor. En ese sentido, ha sido muy reconfortante ver como la sociedad peruana e internacional se movilizó para ayudar a los necesitados. Las donaciones de agua, alimentos, ropa y carpas no se hicieron esperar y miles de familias tuvieron agua y comida que llevarse a la boca y techos provisionales para defenderse de las inclemencias del tiempo. (Foto: Juan Ponce / El Comercio) Seguir leyendo...