Lo hemos leído en infinidad de medios escritos y escuchado por muchos años. Incluso las tiendas y supermercados los ubican en sus escaparates y páginas web bajo esa clasificación y con el título de “vinos y licores”. Pero el pisco no es licor.

Lo hemos leído en infinidad de medios escritos y escuchado por muchos años. Incluso las tiendas y supermercados los ubican en sus escaparates y páginas web bajo esa clasificación y con el título de “vinos y licores”. Pero el pisco no es licor.
El éxito de Mistura 2010 es indiscutible. Las cifras de asistencia, productos y ventas hablan por sí solas y los medios informaron todo lo que esta megaferia vivió durante los seis intensos días que duró. Muchos productos brillaron. Dos productos hicieron su primera aparición pública de manera colectiva y organizada: el café y el cacao. Con exposiciones, charlas, demostraciones, degustación y venta de productos para el asombro y orgullo del respetable. Incluso hubo una presentación magistral sobre el cacao, sus actores y los cambios favorables que se pueden desarrollar en las comunidades donde se cultiva. La asistencia en el auditorio fue a lleno completo. Lamentablemente, el pisco no vivió lo mismo.