
La introducción de uno o más genes en un organismo por medio de la ingeniería genética podrían generar cambios en la expresión de algunos de sus propios genes, los que provocarían una variación en la concentración de proteínas, grasas, azúcares, vitaminas u otros metabolitos secundarios en el producto derivado (fruto, grano, carne, etc.) Por ello, para que un producto transgénico (maíz, soya, papa, etc.) sea autorizado para el consumo humano, primero debe pasar por una serie de evaluaciones que garanticen su inocuidad. Como... Seguir leyendo...