
El instinto de supervivencia no solo se nos activa cuando nos vemos en verdaderos peligros, sino también cuando los imaginamos. Si pensamos que estamos haciendo mal nuestro trabajo y que nos va mal en todo lo que hacemos, varios químicos se activan en el cuerpo que, al no ser liberados, literalmente nos queman y el daño es intenso. ¿Cómo evitar esta situación? Seguir leyendo...