En 2014, la revista Harvard Business Review publicó un interesante artículo titulado “Your Company’s Purpose Is Not Its Mission, Vision or Values”, en el que el autor, Graham Kenny, entonces miembro del consejo editorial de la misma publicación, cuestionó la necesidad de las empresas de definir un propósito. Su argumento: ya existen muchas etiquetas que describen los objetivos de una organización como para agregar otro término más. No obstante, Graham acepta que se necesita otra palabra para describir en qué dirección va una compañía. Entonces, surge una pregunta trascendental: “¿En qué se diferencia el propósito de todo lo anterior?”. 

Para Bruce Jones, director del Instituto Disney, mientras que la misión se define a partir de lo que se hace, el propósito gira alrededor de por qué se hace. Si en 100 años una gran compañía puede cambiar en muchas oportunidades su misión, el propósito deberá ser esa estrella inalcanzable que siempre brilla en el horizonte. Van Arsdale France, un alto ejecutivo de The Disney Company en los sesentas, contribuyó con definir el propósito de esta gran empresa: crear felicidad para los demás. En ese sentido, una organización sin propósito administra personas y recursos, mientras que una compañía con propósito moviliza personas y recursos hacia un fin. Es una forma de decir que la empresa va más allá de generar rentas para sus propietarios. Por eso, las organizaciones con propósito, según Richard Branson, presidente de Virgin Group, son más exitosas que las que no lo tienen.

¿Quiénes son los CEO que lideran empresas a partir de un propósito claro?