Existe algo en común en las historias de cofundadores exitosos: cada integrante de la dupla sabe perfectamente en qué es bueno, y deja trabajar al otro en lo que sabe que posee limitaciones. Pero, en vez de construir una empresa dividida en dos partes, cada uno liderando la parte que le corresponde, estructuraron organizaciones en la que los talentos se complementaron, sumando el ingenio de ambos ejecutivos hasta desarrollar innovaciones únicas. Precisamente, por ese afán de complementariedad de las habilidades, la mayoría de estos dúos encabezan algunas de las empresas más exitosas del siglo XX.

¿Cómo es que dos personas se conocen y se convierten en cómplices de aventuras empresariales? En la mayoría de los casos se trata primero de amigos entrañables, de dos personas que poseen sueños de grandeza en común, que van hilvanando en cada conversación la forma que tendrá la innovación que buscan desarrollar. Muchos son compañeros o familiares. Otros, sin embargo, no se llevaban bien al principio. Unos pocos, a pesar de los éxitos, se dejaron de hablar. Ese fue el caso de emblemáticas duplas, como Steve Jobs y Steve Wozniak, quienes se distanciaron por muchos años, o Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin, quien se enfrentaron legalmente.

Si se trata de identificar qué habilidades desarrollaron estas duplas famosas para tener éxito en el mundo de los negocios, podemos identificar los siguientes puntos:

✔ Pasión compartida: Ambos poseen motivaciones comunes.
✔ Complementos: Talentos especiales que se complementan.
✔ Determinación: Construyeron imperios desde un garaje.
✔ Socios: Son propietarios que participan en partes iguales.
✔ Amigos: Están unidos más allá del negocio y las empresas.
✔ Inquietos: No dejan de pensar y desarrollar proyectos.
✔ Cercanía: Los une una familiaridad casi de hermanos.
✔ Paciencia: Saben que el éxito llega después de mucho esfuerzo.

En ese sentido, podemos identificar cinco duplas exitosas. En el caso de las más antiguas, los socios nunca se separaron. En el caso de las más modernas, los socios siguen juntos, tramando nuevas aventuras.

1. Google (1996)
Socios: Larry Page y Sergey Brin

En el verano de 1995, cuando Larry Page conoció a Sergey Brin, anfitrión voluntario para los nuevos estudiantes en la Universidad de Stanford, no se podría describir como el mejor encuentro de dos mentes brillantes. Las opiniones discordantes entre el ingeniero informático de 22 años y el estudiante de postgrado en informática de 21, solo confirmaron que la amistad entre dos genios no siempre es fácil. Pero, bastó con compartir un apasionado interés por las ciencias de la computación para que, al año siguiente, gracias a una tesis que desarrollaron juntos, estos dos personajes se acercaran y sumaran las habilidades necesarias para revolucionar el mundo de la tecnología para siempre.

2. Hewlett Packard (1938)
Socios: Bill Hewlett y Dave Packard

Si Silicon Valley es el centro global de la tecnología, con la Universidad de Stanford como epicentro, los ingenieros Bill Hewlett y David Packard, compañeros de carrera y grandes amigos, son los padres fundadores. Después de dos semanas en un campamento, imaginando los aparatos que la tecnología de la época les permitiría inventar, fundaron una pequeña empresa de productos electrónicos en el garaje de los padres de Dave. Su primer invento fue un oscilador de audio de precisión. Su primer cliente fueron los estudios Walt Disney Pictures. Hoy, después de casi siete décadas, HP es la empresa de productos tecnológicos más importantes del mundo.

3. Procter & Gamble (1837)
Socios: William Procter y James Gamble

No fue fácil hacer negocios en el Estados Unidos de la primera mitad del siglo XIX. Pero, entre los empresarios que se atrevían a poner en marcha un negocio, estuvieron William Procter y James Gamble, quienes aportaron en partes iguales un capital aproximado de US$3.500 para fundar una fábrica de jabones y velas.

En lugar de sucumbir frente al pánico financiero que conmocionaba a la clase empresarial del país, que se preparaba para una inminente guerra civil, decidieron preocuparse por encontrar la mejor manera de competir en su sector. Hoy, camino a cumplir 200 años, P&G es una de las cinco empresas de consumo masivo más grandes del planeta.

4. Spotify (2006)
Socios: Daniel Ek y Martin Lorentzon

Daniel era un multimillonario sueco de 22 años que acababa de vender una empresa dedicada a la publicidad online. Martin era un inversionista especializado en startups de 36 años que acababa de comprar la empresa de Daniel. Una noche, echados sobre un colchón, cada uno con su laptop, imaginaron un negocio en el que las personas pudieran escuchar música sin tener que descargarla. Martin logró resumir el concepto en dos palabras: Spot & Identify. Daniel, algo distraído, escuchó: Spotify. Después de varias maratones de películas de gánsteres, ambos cofundadores lanzaron la versión beta de la que sería una aplicación con más de 100 millones de suscriptores.

5. The Walt Disney Company (1923)
Socios: Walt y Roy Disney

Walt era un joven dibujante altamente creativo, con una visión poderosa y un sueño que quería llevar a cabo cueste lo que le cueste. No tenía ni qué comer, pero creaba decenas de personajes, a quienes imaginó en un parque de diversiones, jugando con los niños. Roy, su hermano, era más sensato. Después de servir en la Marina, gracias a su talento con los números, entró a trabajar a un banco. Cuando Walt decidió hacer un negocio en serio, llamó a Roy para que se sumara al proyecto. Fue gracias a la visión de negocios de Roy que las ideas de Walt por fin tomaron forma, sentando las bases de la empresa de entretenimiento más poderosa del mundo.

¿Están preparados los CEO para ceder parte de su liderazgo entre otros ejecutivos de la organización, para así sumar talentos en beneficio de los negocios?