Antes de que el polvo de hornear y el bicarbonato empezaran a formar parte de la lista de ingredientes de las tortas, los reposteros tenían que esmerarse y batir a mano todos los ingredientes: mantequilla, azúcar, huevos y harina. “El truco era conseguir una crema espumosa casi blanca llena de burbujitas de aire”, nos cuenta Verónica Rebata en el último post del blog Rincón repostero.
Ahora, replicar esa receta creada en el siglo XVIII en Inglaterra, conocida como “ponqué”, es mucho más sencillo gracias a la ayuda de la batidora. “Con unos pocos ingredientes y una buena técnica puedes preparar una torta básica suavecita y deliciosa, sin necesidad de polvo de hornear”, asegura nuestra repostera.
Lo mejor de esta torta es que uno la puede acomodar a sus gustos, a la ocasión o, simplemente, a lo que tenga en la refrigeradora.
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