No solo ningún restaurante de España consiguió este año hacerse con una tercera estrella Michelin, sino que dos de los que las tenían salieron de ese Olimpo gastronómico: El Bulli, de Ferrán Adrià, porque ya está cerrado, y “Can Fabes”, que bajó a dos estrellas tras la muerte de Santi Santamaría.
La alta cocina española, tan admirada y elogiada, no tuvo precisamente el jueves su gran noche, durante la presentación de la Guía Michelin 2012 en Barcelona. En total, la prestigiosa publicación, que hoy salió a la venta en España, quitó 17 estrellas y otorgó 16 en el país.
Ahora son cinco los restaurantes españoles de tres estrellas. Tres de ellos están en el País Vasco: “Arzak” (San Sebastián), “Martín Berasategui” (Lasarte) y “Akelarre”, de Pedro Subijana (San Sebastián). Los otros dos están en Cataluña: “Sant Pau”, de Carme Ruscalleda (Sant Pol de Mar) y “El Celler de Can Roca” (Gerona).
Los catalanes “El Bulli” (Rosas) y “Can Fabes” (Sant Celoni) salieron de la lista de las tres estrellas. El primero, porque cerró sus puertas para convertirse en una fundación, y el segundo, después de que entrase en él el chef Xavier Pellicer tras la muerte de Santamaría.
En Madrid, “Diverxo”, de David Muñoz, y “Club Allard”, de Diego Guerrero, ganaron una estrella cada uno para pasar a formar parte del club de los que tienen dos. El barcelonés “Abac”, ahora con Jordi Cruz, recuperó la segunda estrella perdida el año pasado. La capital española supera a Barcelona en número de establecimientos con esta distinción: seis frente a dos.
En total, 13 restaurantes obtuvieron su primera estrella, entre ellos “Rodrigo de la Calle”, en Aranjuez, y “Marqués de Riscal”, en Elciego, y otros 11 perdieron la única que tenían, como “Koldo Miranda”, en Avilés, y “La Broche”, en Madrid.