Las posibilidades son casi infinitas si combinamos las contexturas con distintos tipos de “chispas”: de chocolate amargo, de leche o blanco, de toffee, de menta con chocolate, lentejitas, nueces, pecanas, etc.
“Los ingredientes y el proceso de preparación son básicamente los mismos: mantequilla o manteca (ojo, ¡no he dicho margarina!), harina, azúcar rubia y blanca, huevos, vainilla y chispas de chocolate… En todos los casos se hace una crema con la mantequilla y el azúcar, se agregan los huevos y la vainilla, y luego se incorporan los ingredientes secos y las chispas”, explica Verónica Rebata en el último post de Rincón repostero.
El truco está en la proporción de los ingredientes y en el estado que se utilicen. Sepa cómo preparar unas galletas con chispas de chocolate crocantes, firmes y chiclosas, y a modificar cada receta según su gusto, aquí.