Tras una segunda explosión las autoridades de Nueva Zelanda dieron por muertos a los 29 mineros que se encontraban atrapados en una mina de ese país, sin embargo el padre de una de las víctimas no pierde la esperanza de que su hijo Zen aún se encuentre con vida.
Lawrence Drew, padre de Zen, es amplio conocedor de las estructuras de la mina y cree que la existencia de sacos de aire puede haber ayudado a que hayan personas con vida dentro de la galería. Drew aguarda un milagro.
“Todavía esperamos un milagro porque hemos visto las capas de la mina. Sabemos cómo el trayecto de la explosión llegaría hasta los túneles de ventilación y todavía hay alguna pequeña posibilidad, hay sacos de aire y algunos podrían estar vivos”, dijo Drew en declaraciones a BBC Mundo.