Tras mostrar más de la cuenta en el último desfile de Vivienne Westwood en París, la actriz Pamela Anderson ha vuelto a causar revuelo. Esta vez, al ser fotografiada en completo estado de ebriedad saliendo de una reunión.
La rubia comenzó la noche hollywoodense en el bar del Chateau Marmont y más tarde se dirigió al Dominicks. En ambos lugares se divirtió con amigos y bebió más de la cuenta. Recién cuando quiso retirarse del lugar, se percató de que había tomado demasiado.
Totalmente desaliñada y casi sin poder mantenerse de pie, la modelo abandonó el lugar ayudada por un robusto hombre de seguridad.