*Por Alberto Revoredo*
*¿Cómo siente que ha evolucionado su voz en medio siglo de trayectoria?*
El repertorio, con los diferentes estilos, va cambiando con los años. Empecé en la carrera de una manera más lírica, después fui tenor lírico spinto y dramático. He hecho también partes de tenor wagneriano, pero lo importante es que el tenor mantenga el timbre fresco. Eso es lo importante, sonar a tenor, que cuando abras la boca la gente pueda decir ese sonido es de tenor. Ya no importa si el repertorio es más ligero o más dramático, pero que la gente identifique que es un sonido de tenor.
*¿Cómo trabaja las interpretaciones? El maestro Eugene Kohn me comentaba que se queda con su interpretación de Otelo por ejemplo…*
Para interpretar a un personaje de esa envergadura, de esa dificultad, tienes que conocer mucho la historia, estudiar las características del personaje. Es importante saber o imaginarte cómo sería él físicamente, cómo reaccionaba en ciertos momentos de rabia, cómo eran sus momentos románticos, cómo caminaba, según la ropa que llevaba y todo. Lógicamente, examinas también la partitura y examinas lo que Verdi, en el caso de Otelo, te ha pedido; en que hay pasajes muy líricos, pasajes muy dramáticos, de gran poder, o pasajes en que apenas se requiere un hilo de voz con un sentimiento muy especial.
*El año pasado hizo ópera barroca por primera vez. ¿Qué otras cosas que no hizo le gustaría hacer?*
Primero Simón Boccanegra. Después tengo una ópera de estreno mundial, que vamos a hacer en Los Ángeles y que se llama “Il Postino”, basada en la película; en que voy a interpretar la parte de Pablo Neruda. Algunas cosas más haré, pero lo que yo quiero es hacer bien lo que haga. Eso es lo más importante.
*Usted ha dicho que no va a dejar el canto, sino que el canto en algún momento lo va a dejar a usted. ¿Con qué ópera le gustaría retirarse?*
No lo sé. El día que sienta que ya está, saldré y le diré al público: “Señores, esta fue mi última función”. No quiero preparar despedidas ni nada.
*¿Reinaguraría el Teatro Municipal de Lima si se lo pidieran?*
Lógicamente, ya que allí fue donde debuté hace 45 años. Me encantaría.
*En el recorrido diurno que hizo por Lima lo vimos besar la foto de su madre en el teatro Segura…*
Sí, sentí una gran emoción. Mi padre y mi madre tenían un contacto con el público de Lima muy grande. Había muchos españoles, también, sobre todo del País Vasco, de donde era mi madre. Tenían muchas amistades.
*¿Cómo sería un plácido domingo para usted?*
Mis plácidos domingos, cuando crecía en México, consistían en irme en la mañana al fútbol, por la tarde a los toros, y por la noche a la zarzuela, a ver a mis padres. Ese seguiría siendo un buen plácido domingo. Hoy en día, cuando tengo un domingo libre, me gusta pasarlo con toda la familia.