Lo que las mujeres sabemos de nuestras mejores amigas

Para algunas, una mejor amiga es lo más cercano a una hermana, ya sea que la conozcas del colegio, de la universidad, del trabajo o de la vida, ellas siempre están ahí para nosotras y viceversa.

Pasar tanto tiempo juntas y compartir tantas experiencias nos convierte en las grandes confidentes y llegamos a saber más de ellas que nadie. Estas son algunas cosas que las mejores amigas siempre saben unas de otras.

1. Su peor noche de tragos

No solo la sabes sino que las has vivido en toda su extensión: las has ayudado a ir al baño, a salir del bar, a subir al taxi, a ir a su casa y a meterlas en su cama. En la mañana eres la primera en recibir la llamada de tu amiga preguntándote “¿Qué paso ayer?”.

2. Todos sus enamorados, amores platónicos, aventuras,  etc

Son tan unidas que conoces todas las historias de amor de tu amiga desde el momento en que se conocieron hasta el día en que ella llegó a tu casa hecha un mar de lágrimas, porque ese innombrable le terminó. Además de cómplices en el amor, somos su hombro para llorar y nos enorgullece serlo.

3. Su nivel de torpeza

Aunque ella no lo quiera aceptar, conoces lo que es capaz o no de hacer. Sabes que ir al gimnasio o salir a correr no es su fuerte, sabes que si le pones tacos es probable que se rompa la pierna, sabes que es mejor huir si es que decide ponerse a cocinar, etc. Y eso nos convierte en la mejor persona para ayudarla en caso lo necesite.

4. Sus reacciones en determinadas situaciones

Pasan tanto tiempo juntas que ya conoces exactamente la manera como ella lidiaría con una situación: lo que diría, la cara que pondría, las acciones que decidiría hacer. La compenetración entre ambas es tal que hasta eres capaz de imitarla como si fueras su reflejo en el espejo.

5. Sus experiencias sexuales

No basta con saber con quién y cuándo. Ella se aferra a la idea de informarnos del cómo, porqué, dónde y otras preguntas indiscretas. Pero no nos molesta, todo lo contrario pues conversando entre amigas aprendemos de nuestros errores y también de los de ellas.